Memes y campañas políticas: ¿Cómo influyen en la opinión pública?
Los memes no son sólo una forma de entretenimiento, sino también una forma de expresión y comunicación política.
En los últimos años, los memes han cobrado cada vez más protagonismo en las campañas políticas, ya que pueden influir en la opinión pública y movilizar a los votantes a favor o en contra de determinadas causas o candidatos.
A continuación, exploraremos cómo funcionan los memes como herramientas políticas y cuáles son sus ventajas y desventajas.
Los memes como herramientas políticas
Los memes funcionan como herramientas políticas porque tienen algunas características que los hacen eficaces a la hora de difundir y persuadir. Según algunos autores estas características son:
- Condensan ideas. Los memes comprimen ideas complejas en frases o imágenes sencillas y memorables, como el «Make America Great Again» de Trump o el «Haz que pase» del PSOE en 2019.
- Son mutables. Los memes se difunden copiando y modificando memes existentes. Al mutar se crean variaciones y adaptaciones que pueden atraer a diferentes audiencias o contextos.
- Generan emociones. Los memes desencadenan reacciones emocionales, como la risa, la ira, el miedo o el orgullo, que motivan a la gente a compartirlos o actuar en consecuencia.
- Refuerzan la pertenencia. Los memes crean un sentimiento de pertenencia a una comunidad que comparte los mismos valores, creencias o preferencias, reforzando la identidad y la solidaridad.
Ventajas y desventajas de los memes
Los memes tienen algunas ventajas y desventajas como herramientas políticas. Una de sus ventajas principales es la accesibilidad, pues son fáciles de crear, consumir y compartir, y requieren un mínimo de recursos y habilidades.
Además, el uso intenso de redes sociales influye en su alta visibilidad potencial. Los memes pueden llegar a públicos amplios y diversos a través de la difusión viral, aumentando la concienciación y el compromiso con temas políticos o candidatos.
Finalmente, los memes pueden utilizar el humor para llamar la atención, romper tabúes, desafiar a la autoridad o criticar a los oponentes, haciendo la política más divertida y atractiva.
Pero también existen desventajas, como la sobresimplificación. Los memes pueden simplificar en exceso cuestiones o argumentos complejos, ignorando matices, detalles o pruebas, lo que conduce a la desinformación o la distorsión.
Además, los memes pueden reforzar sesgos o prejuicios existentes, creando cámaras de eco que aíslan a la gente de puntos de vista que desafían sus propias creencias. Finalmente, los memes pueden utilizarse para manipular la opinión pública o las emociones, difundiendo propaganda, desinformación o incitación al odio con fines malintencionados.
Memes espontáneos vs. Memes fabricados
Con frecuencia encontramos que los memes generados por agencias de marketing se estrellan aparatosamente sin alcanzar apenas visibilidad. ¿Por qué los memes espontáneos tienen más éxito?
Bueno, no hay una respuesta definitiva, pero una posible explicación es que los memes espontáneos tienen más éxito porque son más auténticos, creativos y conectan mejor con el público potencial.
Los memes espontáneos suelen ser creados por personas corrientes que expresan sus opiniones, sentimientos o experiencias genuinas sobre un tema político o un candidato. No están influidos por factores externos como la financiación, la agenda o la censura.
Otra característica de los memes espontáneos es que son flexibles y adaptables a situaciones y tendencias cambiantes. Los memes de laboratorio, en cambio, suelen basarse en ideas convencionales, predecibles o aburridas que no destacan ni atraen a la gente.
Esto es algo las audiencias notan, consciente o inconscientemente, haciendo que los memes “de laboratorio” luzcan rígidos y anticuados en relación con los acontecimientos y la cultura actuales.
Por supuesto, no se trata de distinciones absolutas, y puede haber excepciones y solapamientos entre los memes espontáneos y los de laboratorio. ¿Tú qué opinas? ¿Estás de acuerdo o en desacuerdo con esta explicación?
